La pandemia implicó cambios muy profundos para el sector de la medicina: desde la atención remota hasta la disminución de procedimientos debido al aislamiento social, en todos los aspectos podemos encontrar una modificación en la dinámica. Sin embargo, hay un sector cuyo crecimiento llama la atención en algunos lugares del mundo: el de los procedimientos estéticos.
En tiempos en los que cuidar la salud es más importante que nunca, muchas personas han aprovechado el confinamiento para hacerse tratamientos y cirugías de este tipo y, por ende, hubo un notable aumento de estos procedimientos en algunas ciudades.
¿Por qué se dio este fenómeno y qué sucede en Argentina?
Muchos hombres y mujeres alrededor del mundo decidieron aprovechar el confinamiento para hacer el posquirúrgico en la comodidad de sus casas. Al poder trabajar desde sus hogares, la necesidad de distanciamiento y la reducción de gastos en salidas y viajes, las cirugías de este tipo se vieron beneficiadas.
El incremento también se relaciona con el crecimiento de la población y su expectativa de vida, la mayor difusión de técnicas, las mejoras en los productos médico-quirúrgicos y la búsqueda de una apariencia más juvenil.
Las mujeres se someten más a procedimientos cosméticos que los hombres, casi 9 de cada 10 cirugías son en mujeres. (Fuente: ISAPS) |
En esta línea, voceros del Hospital BK en Seúl indicaron que, a pesar del coronavirus, en julio estimaban un aumento de pacientes del 50% en este rubro en comparación con la misma temporada del año anterior.
Algo similar ocurrió en Japón, en donde, ante el gran aumento de la demanda y de las cirugías, la Asociación de Medicina Estética debió públicamente decir que este tipo de tratamientos no eran esenciales y pidió evitarlas para disminuir la propagación del virus.
Por otro lado, es cierto que muchos de los procedimientos estéticos no necesitan de un quirófano y se realizan de manera ambulatoria en un par de horas. En muchos casos, fue este el foco de los pacientes y en donde más aumentaron las consultas.
En 2016, el país se encontraba en el puesto número 16 de cantidad de procedimientos, con un total de 287.823 cirugías anuales. Pero, según el último análisis de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés), la Argentina volvió a estar entre los 10 lugares del mundo en los que más cirugías estéticas se realizan.
Algunos datos para entender su magnitud:
Es necesario destacar que este rubro en Argentina ya venía creciendo hace varios años, y uno de los motivos de este incremento es lo que se conoce como turismo médico. Muchos extranjeros de diferentes lugares de Latinoamérica y el mundo eligen hacerse cirugías en Argentina debido a la reconocida excelencia médica y a los menores costos.
Ahora bien: ¿qué sucedió durante la cuarentena? Según indicó al Diario Perfil Hernán Aguilar, médico de planta del servicio de Cirugía Plástica del Hospital Italiano de Buenos Aires, hubo un aumento en la demanda de consultas para cirugías estéticas, que volvieron a realizarse en junio. Con respecto a las reconstructivas, casi no se interrumpieron durante todo el periodo de aislamiento.
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Si bien lógicamente no todas las personas eligen hacerse las mismas cirugías, hay cierta tendencia hacia cuáles son los procedimientos más frecuentes:
En un momento en el que la práctica quirúrgica disminuyó debido a los cuidados de aislamiento por la COVID-19, el aumento de las cirugías estéticas en el mundo es extremadamente notorio y pone de manifiesto un cambio de paradigma en cuanto a la belleza, la búsqueda de que todas las personas puedan sentirse más cómodas con cómo quieren verse o sentirse y la respuesta que la medicina tiene para darles a los pacientes.
Para realizar las mejores cirugías estéticas se requiere de los mejores productos médico-quirúrgicos.
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