En los últimos años, la tecnología aplicada a la cirugía ha tenido múltiples avances. Sin dudas, uno de los más importantes es el desarrollo de la cirugía robótica.
Similar a la técnica laparoscópica, este tipo de procedimiento -también llamado cirugía asistida por robot- permite llevar a cabo incisiones quirúrgicas más pequeñas. Por los movimientos delicados, flexibles y precisos posibles con esta práctica se logran resultados más ventajosos que con las técnicas endoscópicas tradicionales.
¿A qué ventajas nos referimos y cómo fue la evolución de esta técnica con el transcurrir de los años?
El sistema robótico más utilizado en los quirófanos es un brazo para cámara y otros mecánicos a los que se fijan instrumentos quirúrgicos pequeños. Un ejemplo es el robot Da Vinci, que consiste en un equipo mecánico de dos a cuatro brazos. El cirujano, a distancia utilizando una consola y un visor tridimensional, toma estas pinzas y las introduce dentro de la cavidad por medio de pequeñas incisiones hechas bajo anestesia general. 
Ya en los últimos años, los ingenieros biomédicos están construyendo máquinas independientes o autónomas. Estas no solo se encargan de cortar o suturar, sino también de planificar esos cortes, adaptándose e improvisando in situ. Es decir, están produciendo máquinas más complejas que se adaptan al cuerpo humano y pueden coordinar con el equipo médico.
En realidad, estos robots deben aprender a operar en el cuerpo humano; un medio único, ya que cada uno cuenta con su propio tejido cicatricial, determinada ubicación de vasos sanguíneos y nervios; con órganos de formas y tamaños específicos. Por otro lado, debido a la movilidad del cuerpo presenta ciertas dificultades al momento de su manipulación.
Para superar este obstáculo, una de las soluciones en las que se está incursionando, es en el uso de cámaras y un software de seguimiento de última generación. Este sistema ya fue probado con éxito, a principios de 2022, en la operación de intestinos de un cerdo anestesiado realizado por un Robot Autónomo de Tejido Inteligente (STAR) en la Universidad John Hopkins.
Además, gracias a la innovación en cirugía y la llegada de la realidad virtual, disponen de sistemas interactivos, veloces e intuitivos que generan un entorno muy similar al real para el trabajo de los cirujanos. De hecho, el cirujano observa el campo operatorio a través de unos binoculares contenidos en una consola que proporciona visión estereoscópica de alta resolución.
La evolución de los robots quirúrgicos
El origen de la tecnología robótica en cirugía se remonta a 1985, con la aparición del robot PUMA 560. Se trataba de un brazo robótico industrial usado para aumentar la precisión en biopsias cerebrales mediante punción. Fue el primer uso documentado de una cirugía no laparoscópica con un robot de asistencia. Tres años después, un equipo vanguardista liderado por Brian L. Davies en el Centro de Robótica del Imperial College de Londres, diseñaría el robot Probot para realizar prostatectomías de alta precisión.
Por su parte, la NASA y la Armada de Estados Unidos también tuvieron, en la década de 1980, un gran protagonismo con la cirugía de telepresencia para intervenir a los astronautas en situaciones de emergencia y operar, desde lugares remotos y seguros, a los soldados heridos de guerra. Fue una gran innovación y un precedente de la cirugía robótica.
Sin embargo, recién en el año 2000 la FDA lo aprobó y se comenzó a implementar en distintas latitudes. Actualmente ya existen más de 3000 robots de este tipo en todo el mundo; de ellos, 3, que se encuentran en Argentina, ya realizaron 1155 cirugías robóticas.
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En Latinoamérica, la cirugía robótica hizo su “debut” en 2013 y, hoy en día, se estima que en toda la región se realizan unas 15.000 cirugías robóticas al año.
¿Qué ventajas aporta la cirugía robótica?
La cirugía robótica puede utilizarse para muchos procedimientos diferentes, como derivación de la arteria coronaria, extracción de la vesícula biliar, artroplastia de cadera, histerectomía, extirpación total o parcial del riñón, trasplante de riñón y ligadura de trompas, entre otros. Del mismo modo, esta técnica permite cortar tejido canceroso de partes sensibles como los vasos sanguíneos, los nervios u órganos importantes del cuerpo. Algunos de los múltiples beneficios para los profesionales son:
- Incrementa la precisión: los circuitos filtran los temblores de la mano del cirujano. Además, maximiza el rendimiento de los profesionales e implica menor cansancio.
- Mayor visibilidad y capacidad de movimiento: el cirujano puede ver más fácilmente en 3D la zona donde va a operar. Además, este método le permite moverse de una manera más cómoda.
- Minimiza la invasividad sin poner en juego la eficacia: en forma tridimensional y en alta definición, potencia la visión del campo operatorio hasta 10 veces.
Los pacientes también se ven beneficiados con el uso de esta tecnología:
- Menor tiempo de hospitalización y recuperaciones más rápidas: como las heridas quirúrgicas son más pequeñas, el período de recuperación de los pacientes es mucho más corto.
- Menor dolor y sangrado y menor riesgo de infección: como las incisiones son mínimas y los movimientos mucho más precisos, el paciente experimenta mucho menos dolor y puede retomar sus actividades cotidianas en tiempos más cortos.
Además de los sistemas robóticos tradicionales, como el Da Vinci, también existen brazos articulados que se integran al brazo humano. Estos dispositivos permiten al cirujano realizar movimientos más precisos y delicados, lo que puede traducirse en una mejor calidad de los resultados quirúrgicos.
Algunos ejemplos de estos brazos articulados son los de Flex Dex y Human-X. Estos dispositivos se han utilizado con éxito en cirugías cardíacas, neurológicas y ortopédicas.
La integración de la tecnología robótica con el brazo humano es una tendencia creciente en el campo de la cirugía. Estos dispositivos ofrecen un potencial significativo para mejorar la precisión y la seguridad de las intervenciones quirúrgicas.
La cirugía robótica pone de manifiesto la importancia del trabajo en equipo, así como de la capacitación obligatoria de los profesionales para que los resultados sean excelentes. Por ahora, el cirujano es quien dirige completamente estas operaciones; los robots sólo representan una herramienta quirúrgica y una técnica que permite obtener los beneficios mencionados.
Todo ello demuestra que todavía queda mucho camino por andar. A la par de los avances en materia de productos médico quirúrgicos, a pesar de sus altos costos, la cirugía robótica sigue creciendo aceleradamente en la región.
La innovación en cirugía no sólo se trata de nuevos procedimientos, sino de incorporar tecnologías que ayuden a mejorar la performance de los profesionales.
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