Claramente, la apariencia física importa más de lo que nos gustaría admitir. Nos lo inculcan desde la infancia y lo arrastramos al crecer en el campo personal y laboral. Pero esa necesidad de sentirnos bien e íntegramente plenos en una especie de triada (mente, cuerpo y espíritu) no es algo exclusivo de un género en particular.
Si bien los tratamientos estéticos suelen relacionarse más con las mujeres, los hombres también han dado un paso hacia adelante en los últimos años; ellos también apuestan por distintos procedimientos luego de haber agotado múltiples recursos por métodos no quirúrgicos. Ácido hialurónico, botox y otros procedimientos químico-cosméticos son moneda corriente hoy en día.
¿Qué motiva a los hombres a querer mejorar su aspecto físico?
El éxito medido en lo material ya no es suficiente
Los hombres han cambiado por completo su comportamiento en hábitos de consumo y cuidado de la belleza. Una publicación realizada por Discovery Insights Group en 2019, sostiene que el 71% de los hombres busca mejorar su estado físico por medio de actividades como el ejercicio o tratamientos de autocuidado como procedimientos estéticos.
¿Y por qué ocurre esto? Parece que hay una razón de peso: si bien el hombre no enfrenta los cambios hormonales que sufre la mujer a medida que envejece, el reloj biológico masculino también sigue andando y los cambios faciales y corporales pueden llevarlo a tener una percepción negativa de su propia imagen.
Es aquí cuando comienzan a buscar que su cuerpo acompañe la rapidez y agilidad de su mente y recurren entonces a tratamientos estéticos no quirúrgicos como la aplicación de toxina botulínica, las intervenciones de relleno con ácido hialurónico y la depilación definitiva, entre otros.
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Intervenciones más demandadas por los hombres
Según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés), el 13% de los procedimientos quirúrgicos realizados a nivel mundial en 2019 corresponden a hombres, siendo la ginecomastia (reducción de mamas), la cirugía de párpado y la liposucción, las intervenciones quirúrgicas más solicitadas.
La ginecomastia es un trastorno que se presenta en hombres y que se caracteriza por el desarrollo anormalmente grande de las mamas ya sea por sobrepeso, trastornos hormonales, determinadas enfermedades o el consumo de ciertas sustancias como esteroides o corticoides. La técnica empleada en estos casos dependerá del tipo de ginecomastia que se aborde, si es por exceso glandular o por el predominio de grasa.
También suele ser muy solicitado la rinoplastia, por desviaciones o golpes recibidos en algún momento de la vida y la otoplastia, que se emplea para la corrección de defectos en las orejas.
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El procedimiento más realizado en hombres en 2019, con un total de 273.344 fue la ginecomastia o reducción del volumen de grasa en las mamas. Fuente: ISAPS |
Argentina entre los líderes de la cirugía estética
Con los años, Argentina se acerca cada vez más al TOP 10 del ranking de la ISAPS. Por ahora, es el segundo de Latinoamérica (después de Brasil) y el N°11 del mundo entre los países donde más se entra al quirófano para verse mejor.
En este sentido, los estudios hablan de una tendencia en constante crecimiento:
- Solo en 2019, se llevaron a cabo en la Argentina 425.821 procedimientos estéticos (entre quirúrgicos y no quirúrgicos).
- Argentina se ubica en la posición N°14 en el mundo en cuanto a la cantidad de médicos cirujanos disponibles: 1.100.
- 11.363.569 fue el total de procedimientos quirúrgicos que se realizaron a nivel mundial en 2019. De esos, 1.530.361 corresponden a hombres.
- 3.272.624 fue el total de procedimientos no quirúrgicos realizados en hombres en 2019.
En términos de innovación, los centros de estética buscan que con sus productos médico quirúrgicos los procedimientos sean cada vez menos invasivos, pero igual de eficaces. Esto sucede porque la mayoría de los hombres buscan tratamientos que no les implique una recuperación larga y dolorosa.
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A diferencia de la mujer, el hombre prefiere no dar explicaciones respecto de sus cambios. Si bien hay una mayor aceptación social, aún les cuesta admitir que el rostro renovado o sus abdominales marcados son consecuencia de unas sesiones en un centro estético.
En lugar de eso, la desaparición de los "flotadores" es atribuida a largas e intensas jornadas de gimnasio o a una dieta "equilibrada"; la disminución de las ojeras, a la paz interior lograda en armoniosas sesiones de meditación y una cabellera voluminosa a las bondades de un nuevo (y carísimo, por cierto) champú con algún ingrediente secreto.
Lo cierto es que muchas de esas transformaciones, o al menos una parte de ellas, son producto del bisturí.
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