Los últimos veinte años han evidenciado un gran avance para la cirugía ginecológica. Esto se debe, por un lado, a la multiplicidad de patologías a las que se enfrentan médicos y pacientes, los nuevos métodos de detección y diagnóstico y los cambios en las técnicas quirúrgicas, pero fundamentalmente a los adelantos tecnológicos. Con el tiempo, estos procedimientos pasaron de ser altamente invasivos a mucho más sutiles y menos riesgosos. A continuación abordaremos el panorama en este campo y las últimas innovaciones que están mejorando la calidad de vida de las mujeres.
Es sabido que, con el objetivo de prevenir y detectar enfermedades silenciosas en sus inicios –que pueden ocasionar graves problemas a largo plazo– resulta fundamental que cada mujer acuda al ginecólogo periódicamente, sobre todo una vez iniciada su vida sexual.
Algunos tipos de cirugía se han vuelto más comunes que otros con el objetivo de diagnosticar y tratar las patologías más frecuentes en las pacientes. De acuerdo con el doctor Alejandro M. Salvó, director de Ginecosalud, entre las más realizadas se encuentran:
Según una investigación realizada para Cooper Surgical que realizó proyecciones en torno al número de procedimientos quirúrgicos realizados al año, en Latinoamérica, en 2019 se realizaron en promedio 292.000 cirugías ginecológicas. Entre ellas se cuentan las histerectomías (incluidas las robóticas), ligadura de trompas, cistectomía de ovarios y tratamientos de endometriosis.
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Atrás, en la historia, quedaron cirugías en las que los médicos sólo disponían de penicilina en contadas cantidades como único recurso para trabajar. Hoy, el avance de la tecnología transforma la medicina y, en particular, al campo de la cirugía ginecológica. Para reducir la ejecución de grandes incisiones, se han creado instrumentos y técnicas cada vez más eficientes y sofisticadas.
La endoscopia es esencial para prevenir y diagnosticar enfermedades como el cáncer. En ginecología, la cirugía laparoscópica destaca como un avance crucial, utilizando pequeñas incisiones para tratar diversas patologías. Sus beneficios incluyen recuperación rápida y mínima hospitalización. Las ventajas de este tipo de cirugía incluyen un proceso de recuperación rápido, tiempo de internación mínimo y una pronta reinserción laboral.
Entre las aplicaciones más comunes de la laparoscopia ginecológica se hallan:
Fuente: Dr. Javier Colás Fustero |
Otra técnica comúnmente empleada para tratar patologías ginecológicas es la histeroscopia, que permite visualizar el interior del útero para identificar la presencia de pólipos, inflamaciones y malformaciones y, en algunos casos, tratarlas quirúrgicamente en el acto. Entre sus ventajas, se pueden citar: las cicatrices no visibles y la rápida recuperación de la rutina.
El desarrollo de las tecnologías en el campo médico ha desempeñado un papel clave en la innovación de los procedimientos quirúrgicos. En estos momentos, la cirugía ginecológica dispone de un amplio rango de opciones innovadoras para tratar desde las afecciones más comunes hasta las menos frecuentes. Entre las técnicas de vanguardia, actualmente se encuentran la ya mencionadas histeroscopia, la laparoscopia avanzada, la cirugía vaginal y la más signada por el progreso de las tecnologías: la cirugía robótica.
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Algunas de las principales cirugías ginecológicas que se benefician con el empleo de este tipo de tecnología son:
Representa un avance técnico indudable respecto a la cirugía laparoscópica en cuanto permite una visión en tercera dimensión (3D), posee una alta definición visual en la consola, los movimientos de pinzas son muy semejantes a los de la mano de un médico y permite al mismo tiempo una mejor posición ergonómica durante la cirugía; lo cual evita el cansancio del profesional.
Asimismo, la experiencia de profesionales da cuenta de una reducción de pérdida de sangre y necesidad de transfusiones, al igual que de tiempo de internación hospitalaria y una rápida integración a la vida normal. No obstante, el tiempo quirúrgico puede resultar más extenso que el de la cirugía laparoscópica, aunque esto depende de la curva de aprendizaje profesional.
Uno de los factores clave que ha posibilitado el desarrollo y el crecimiento de estas técnicas es la mejora en los instrumentos, sistemas e insumos quirúrgicos, así como la diversificación en la oferta de productos médico-quirúrgicos: iluminación de alta calidad, aparatos de irrigación y succión más efectivos y materiales de sutura más sofisticados que posibilitan la realización cada vez más eficiente y menos riesgosa de las operaciones.
Algunas de las herramientas más destacables son los manipuladores uterinos de Cooper Surgical, compañía líder en insumos para la salud de la mujer. Con una excepcional performance, dos productos médico-quirúrgicos de esta empresa sobresalen en el mercado mundial:
Aunque el paso de los años y el avance natural de la civilización, resultaron fundamentales para que se dé este proceso, fue necesario otro actor imprescindible para el progreso de la medicina en general y de esta especialidad en particular: la tecnología desarrollada por profesionales y empresas involucrados en la proeza de mejorar la calidad de vida de todas las mujeres.
En definitiva, el campo de la cirugía ginecológica ha progresado de manera exponencial desde aquel famoso papiro de Lahun, que aproximadamente en el 1800 a. C. no desvelaba pronóstico alguno para los 34 problemas específicos que describía.
Para realizar cirugías ginecológicas contamos con Endosee, que permite tomar imágenes endometriales instantáneas guiadas por visualización directa.
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